viernes, 30 de septiembre de 2016

ALEXA PEREZ Y VICTORIA LASCURAIN

Alexa Perez.
Victoria Lascurain.
Actualidad, investigación y análisis


PEGGY GUGGENHEIM

Peggy Guggenheim nació en Estados Unidos, Nueva York, el 26 de agosto de 1898. Fue hija de Benjamin Guggenheim y de Florette Seligman. Su padre, Benjamin Guggenheim, junto con sus seis hermanos,  crearon una gran fortuna a finales del siglo XIX. Está fortuna se creó debido a la minería y a la fundición de metales, especialmente oro, plata y bronce. Los integrantes de la familia Seligman, familia de su madre, también fueron grandes banqueros y bastante reconocidos. En 1912,  su padre murió a bordo del barco Titanic.

En el año 1921, Peggy Guggenheim realizó un viaje a Europa. Gracias a su esposo artista, Laurence Vail, padre de sus dos hijos Sinbad y Pegeen, Peggy se  identificó de una manera muy profunda con “Le Parisian Bohème” una sociedad ex-patriota americana. En este tiempo, muchas de sus amistades fueron Marcel Duchamp, Djuna Barnes, Constantin Bancusi, entre otras quienes llegaron a ser sus amistades más duraderas.

En 1938 Peggy decidió abrir una galería de arte en  Londres, Inglaterra. Esta fue llamada “Guggenheim Jeune”. A los 39 años, Peggy estaba comenzando su carrera artística, la cual tuvo una importancia significante en el arte de la pos guerra. Uno de sus amigos cercanos, Samuel Beckett, la convenció a dedicarse al arte contemporáneo, ya que lo consideraba como “el arte viviente”. Su primera exposición fue “La diferencia entre el arte abstracto y el arte surrealista”, y se realizó con la ayuda de  Marcel Duchamp, ya que le presentó a varios artistas tales como Vasily Kandinsky y Jean Cocteau.

En 1939, un año después de haber abierto su galería de arte en Londres, Peggy tuvo la gran idea de abrir un museo llamado “El museo de arte moderno de Londres” ,en el cual estableció de director general a su amigo Herbert Read. Una de las características principales del museo era que debía estar formado de principios históricos, además los artistas debían ser escogidos por Marcel Duchamp y el director general del museo.

En 1940, a principios de la SEGUNDA GUERRA MUNDIAL , Peggy decidió abandonar la idea de abrir su museo en Londres; sin embargo, fue adquiriendo obras para su colección de arte. Dentro de esta colección, se encontraban obras hechas por Salvador Dalí, Georges Braque, Piet Mondrian, Francis Picabia, Fernand Leger y Constantin Bancusi. La mayoría de las obras que adquirió, de los artistas mencionados, las adquirió mientras los alemanes se acercaban a Paris; posteriormente tomó la decisión de abandonar Francia, ya que está estaba ocupada por nazis y regresó a su ciudad natal, Nueva York, junto con su familia y su amigo Max Ernst, el cual se convirtió en su esposo pocos meses después.

A tres años del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, Peggy abrió su propio museo/galería de arte en Nueva York. Este fue diseñado por el arquitecto austriaco Frederick Kiesler. El museo pronto se convirtió en el museo más importante de arte contemporáneo de Nueva York. A partir de 1943, Peggy se dedicó a promover y a vender arte, ese mismo año, compró su obra más grande, la cual regaló a la Universidad de Iowa años mas tarde.

En 1947 tomó la decisión de volver a Europa, donde su colección de arte fue exhibida un año después, en Venice Biennale, en el pabellón griego. En dicha exhibición se encontraban obras de Arshile Gorky, Jackson Pullock y Mark Rothko, fue la primera vez que las obras, de dichos artistas, fueron exhibidas en Europa. Después,  se mostraron obras de arte abstracto, surrealista y cubista, las cuales hicieron que se consideraran como las obras más modernistas, nunca antes presentadas en Italia.

Poco después, Peggy compró el “Palazzo Venier dei Leoni” en el gran canal de Venecia, al que volvió su residencia.  En 1950 creó la primera exhibición de Jackson Pullock en Europa, la cual también se exhibió en Milán, Bruselas y Ámsterdam. Un año después,  dejó que en su residencia, durante los meses de verano, se mostrara su colección de arte abierta al público. A sus 30 años de edad, viviendo en Venecia, continuó recolectando arte de nuevos artistas, a los cuales tuvo el placer de conocer. Es de gran importancia mencionar que en 1962, fue reconocida como una ciudadana honoraria de Venecia.

Peggy Guggenheim murió a los 81 años, el día 23 de diciembre de 1979, en Italia.  La colección de arte es considerada como de los mejores museos de arte moderno del mundo.



miércoles, 28 de septiembre de 2016

Rodrigo Cuevas A. Cuento: La Casa de Pedro

Rodrigo Cuevas A.
Diseño Industrial
Actualidad: Investigación y Análisis


Cuento: La Casa de Pedro




Pedro, un hombre de familia y muy trabajador, vivía en un rancho; su casa se ubicaba en la entrada norte del mismo. Vive con su esposa y su dos hijos pequeños, estos tienen alrededor de 8 y 10 años de edad. Pedro no es solamente el cuidador de dicho acceso, también trabaja alimentando y ordeñando las vacas del rancho. De vez en cuando, él, en su tiempo libre, monta su caballo al pueblo más cercano para frecuentar a sus amigos del pueblo y ranchos aledaños; se reúnen a beber y liberar el estrés del trabajo.
Cuando Pedro regresa a su casa, su mujer, Claudia, se mete en problemas si no hay comida lista para la cena, es entonces que él estalla en la ira de su embriaguez, perdiendo el control de sus pensamientos y acciones, y frecuentemente Claudia resulta ser azotada por las manos o el cinto de cuero de Pedro.
A la mañana siguiente Pedro no recuerda del todo sus actos, inicia un nuevo día y actúa como si nada hubiese pasado. La misma rutina de trabajo lo mantiene ocupado mientras Claudia llora amargamente con su madre, María, a un lado.
Al paso del tiempo, el alcoholismo de Pedro incrementa a medida que las consecuencias empeoran en su casa. Durante una jornada de trabajo en el rancho, una vaca se desploma en pleno corral, y Pedro, junto con los demás peones, corren a revisar a la vaca caída para descubrir que ésta había muerto. El veterinario dio el veredicto de que la vaca fue envenenada por algo que contenía el alimento que le proporcionaron, por tanto, el ejidatario Don Rafael, adjudicó dicho acontecimiento a Pedro, con la condición de reponer la pérdida de la vaca muerta.
Con la frustración y la depresión, Pedro acudió a la cantina del pueblo, dónde trago por trago desquitó ese sufrimiento que la vaca le había ocasionado; mientras tanto, Claudia se encontraba casa con María y los dos pequeños, pensando en una solución con el problema que Pedro
ha estado teniendo.

Dada la hora de volver a casa, Pedro toma un último trago y emprende su camino de vuelta; tambaleándose en su caballo y el tropezar de este, aumenta una desesperación en su interior
por el hecho de retrasar y entorpecer su trayecto. Finalmente llegó a casa, y para sorpresa, la
cena no estaba lista en ese momento, situación que resaltó una ira descomunal por parte de
él, María llevó a los niños a refugiarse en la habitación de estos, mientras Clauida intentaba calmar el desahogo de Pedro, pero esto no funcionó. La embriaguez de Pedro junto con sus problemas en el rancho lo cegaron completamente, entonces fue que él tomó su machete y comenzó a dar machetazos a Claudia, dejándola indefensa y en su lamentable muerte.

María, al escuchar los gritos y ruidos provenientes del sufrimiento de Clauida, sacó
a los niños por la ventana de la habitación; al intentar salir ella, Pedro estaba dentro de la habitación, y con las intenciones de darle el mismo destino que a Claudia, lanzó un machetazo que alcanzó a rebanar la mejilla de María. Una vez afuera María huye con los niños a la casa de Don Rafael en busca de protección y denuncia a las acciones de Pedro.

La mañana siguiente, Don Rafael junto con sus peones, salen en busca de detener a Pedro y llevarlo ante la justicia; a la hora de iniciada la búsqueda, encuentran a Padro en la orilla del río lavando su machete ensangrentado, entonces Don Rafael pregunta de dónde provenía esa
sangre, a lo que Pedro respondió que pertenecía a la vaca muerta del día anterior, antes de que pudieran detenerlo, Pedro subió a su caballo y huyó. Desde entonces nadie ha vuelto a saber de él. 

lunes, 26 de septiembre de 2016

                                                             Armanda García
María Levy
Pablo Revilla


       No despiertes

Harvey caminaba tarde sobre las calles de Dallas, Texas. Había salido tarde de una reunión y, como ya era tradición, todos los días pasaba por la misma cafetería para comprar el doble expreso cortado al que se había acostumbrado a tomar todas las noches desde la universidad después de una salida; al llegar, notó cómo el lugar ya estaba cerrado, Harvey pensó “Sí tan sólo no hubiéramos seguido discutiendo otras dos horas del mismo tema, tal vez habría llegado por mi café".

Lo bueno es que vivía a sólo unas cuadras de ahí y llegaría pronto a su hogar, West End 15, piso 6, departamento B. Subiendo las escaleras vio cómo la puerta del departamento D estaba entreabierta. Jamás había percibido algo extraño, sabía que meses atrás habían ocupado el departamento, pero en realidad no había movimiento.

Se oían múltiples voces saliendo por la puerta de la entrada, se acercó un poco para tratar de oír de qué hablaban, cuando de pronto notó la puerta entreabierta, la empujo un poco para descubrir lo que le esperaba pasando adentro.

-¡Contraseña!- dijo una voz desde el interior.
-¿Pay de manzana?- contestó Harvey, sin pensar.
-Adelante.

Alrededor de una mesa de centro estaban reunidas cerca de una docena de personas; mujeres y hombres. Todos estaban vestidos de manera muy peculiar, discutiendo y fumando puros. El cuarto parecía algo así como un cabaret.

-Ya está el plan. Pasará en su auto por la plaza Dealey a las 18:30 p.m. en punto; a esa hora, el elegido tendrá que disparar- decía un hombre que  ser el líder de la reunión.
-Perdón pero, ¿De qué hablan?- Le preguntó Harvey a una señora que estaba a su lado y esta lo ignoró.
-Sigamos la costumbre- dijo una voz -la persona más nueva del grupo será aquélla que apretará el gatillo.

En ese momento todas las miradas se dirigieron a Harvey.

Incapaz de articular, Harvey se quedó congelado mientras los presentes lo presionaban cada vez más.

-Hey, ¡Hey!- una voz al fondo se empezaba a escuchar.
Desesperado, empezó a buscar a la persona en el cuarto que le gritaba, mientras la voz se iba haciendo más ruidosa y más aguda. -¡Harvey! ¡Hey!- y todo empezaba a esfumarse.

-¡Hey, John!- la cara de su mujer estaba a centímetros de la suya.

-¿Qué pasó?- dijo John.

-Otra de tus pesadillas- dijo la esposa –déjalo ir, hoy tienes que dar un importante discurso en Dallas, Presidente Kennedy-  mientras abría las persianas del cuarto.
Jimena Prado y Lula Curioca

La Espera

Sé lo que tengo que hacer. Me he aprendido la fórmula de memoria. Hoy soy infeliz pero sé que si cumplo con las reglas al pie de la letra, llegaré a ese estado dorado de gloria y plenitud.

Durante años, pongo todo mi esfuerzo y dedicación en lograrlo. Me deshago de todo y me quedo sola para no distraerme de mi gran objetivo. Se vuelve mi único deseo y obsesión. No rompo ninguna regla ni cedo a ningún placer, porque sé que lo que me espera será aún mejor. Vivo en la oscuridad para no gastar ni un rayo de luz del día que sé que pronto llegará. Subo cada escalón y lo vislumbro a lo lejos. Trabajo cada día y siento cómo se acerca poco a poco. Hay días en que parece más cerca; otros en que se aleja un poco; sin embargo, no pierdo la esperanza porque imagino la gloria que me espera.

Toda mi vida dedicada a este momento. Quiero sentirlo, escucharlo y saborearlo. Quiero sentir el oro en mi piel, la juventud en mi cuerpo, las recompensas que he soñado. 


Me quedo sin aliento. En lugar de todo eso que anhelé siento un gran  vacío. Siento la decepción inundar mi cuerpo, y es entonces que mis sentidos se despiertan otra vez y me hago consciente de mi alrededor, pero no hay nada. Me he deshecho de todo y de todos. Me he engañado con la espera de algo que vendría, pero hoy que llega, estoy vacío.
Hector Cabrera,  Kaori Hayama,  Shelly Sitton,  Paulina Lores.



LOS MODS, LA SUBCULTURA MÁS NEGLIGADA DE TODAS
ANA HERNÁNDEZ VILLALOBOS
A través de los años, se han presentado numerosas subculturas como respuesta o consecuencia de distintos hechos históricos, sociales y políticos. Empezando con los rockeros de los 50, que surgieron como un grupo de jóvenes frustrados por la situación socioeconómica de la posguerra, hasta los hípsters de hoy en día, que tratan de individualizarse en este mundo, en el cual ya se ha hecho todo (Baudrillard, Después de la Orgía). 
De todas las subculturas más populares- punks, góticos, skinheads, etc… una de las más prominentes y prácticamente el génesis que conllevó al surgimiento de todas estas subculturas mencionadas posteriormente son los mods. Al igual que todas estas subculturas, el principal objetivo es protestar contra las convenciones sociales colectivas para conseguir cambios y mejoría para los jóvenes descontentos con el destino que los amparaba. Estos cambios se lograban desde actos rebeldes, violentos y muchas veces ilegales, hasta cosas tan simples como cómo te vistes y te cortas el pelo. 
Los mods surgieron a principios de los 60, llegando a su apogeo en el 64, cuando la revolucionaria banda The Who empezó su carrera musical, incitando caos, protesta, rebeldía y ofreciendo una nueva identidad, como varios músicos posteriores y anteriores a ellos. Los mods desaparecieron gradualmente a mediados de los 70, cuando las bandas punk, así como The Sex Pistols, incitaron la onda punk, que realmente solo son mods más jóvenes; la evolución de los mods, por así decirlo. 
También es importante recordar los antecedentes a los mods; estos son los rockeros originales, la primera de muchas subculturas que después se desarrollarían. La época dorada de las chaquetas de cuero, cabello totalmente cubierto de cera y motos escandalosas y patéticamente grandes comenzó a desvanecerse y perder su fuerza conforme envejecían sus miembros y comenzaban a transformarse en miembros tranquilos que promovían nuevas convenciones socioculturales. Los mods, a diferencia del provocador estilo desarreglado de los rockeros, portaban peinados y cortes arreglados, zapatos y ropa personalizada sin llegar al escándalo. Fueron los principales en establecer la moda de los 60 que tanto reconocemos hoy. Lo más rebelde eran la enormes parkas, o chamarras largas color verde militar y sus motos con sobrepeso de espejos, decoraciones, faros, focos, etc… El objetivo era transmitir una imagen limpia y ordenada, una presencia digna de un buen trabajo y equidad en el trato hacia los jóvenes de parte de los adultos. 
No obstante, los 60 fue una época de muchas nuevas experiencias- algunas catastróficas-, debido al liberalismo que drásticamente incrementó en Inglaterra a medida que se superaban los problemas de la posguerra. Los mods, aún con mentalidad de jóvenes inmaduros e impulsivos, y frustrados por las injusticias sociales no lograron mantener una imagen de responsabilidad, pues las nuevas drogas como la metanfetamina, la anfetamina, la cocaína sintética y la heroína no eran tan controladas como ahora y por ende comunes dentro de esta subcultura. 
Curiosamente, los problemas de los mods no eran sólo las injusticias sociales, políticas y económicas como lo eran y fueron de las siguientes subculturas; los rockeros de los 50 que no lograron superar su etapa de rebeldía, junto con nuevos miembros más acordes con los ideales de los rockeros, resurgieron y llegaron a un segundo apogeo compartido con los mods. La tensión entre estas subculturas abarcaba desde el modo de peinarse y vestirse, hasta las motos y los lugares que frecuentaban. Durante la noche, tenían sus respectivos territorios no asignados oficialmente. La competencia entre cual era la subcultura más prominente en todo sentido llegó a medidas drásticas, así como conflictos con armas blancas, varios heridos y de mucha polémica para los miembros mayores de la sociedad, no aún acostumbrados a tanto liberalismo. 
La tensión se fue perdiendo conforme surgían los punks y desaparecían ambas culturas, no sin antes causar un conflicto enorme que llego a las pantallas, las radios, los tocadiscos y las noticias. En 1964, en Brighton Beach, Inglaterra, se armó el conflicto más grande, violento y memorable entre estas dos subculturas. La banda The Who ganó mucha fama tras su álbum de rock opera Quadrophenia, el cuál narraba la vida de un modo pre y posconflicto. El álbum se adaptó al cine en el 72 como película dirigida por la misma banda y titulada igual que el álbum. 











  

Ana Hernández Villalobos 

¿De qué modo se ajusta el texto a las convenciones de un género determinado y se desvía de ellas?
La Divina Comedia de Dante Alighieri es una obra de literatura romance, conocida mundialmente. Pero, ¿de qué modo se ajusta éste texto tan reconocido a las convenciones de un género determinado, y cómo se desvía de ellas? Éste es un texto muy controversial escrito en Italia, a principios del siglo XIII, el último de la Edad Media. No obstante, la obra no es específicamente medieval, ya que introduce rasgos renacentistas, como temas profanos, humanísticos, y una estructura nueva: tripartita. Se divide en tres libros, Infierno, Purgatorio y Paraíso. Cada libro está compuesto de varios cantos, 34, 33 y 33, respectivamente, con un total de 100 que simbolizan la perfección. También se percibe el número tres en otros aspectos del libro, porque Dante relaciona este número con la trinidad de Dios. Además, por no identificarse con un género en específico, sino con varios y de distintas épocas, se desvía de los géneros que abarca. Por esto, este ensayo contestará a la pregunta ¿de qué modo se ajusta el texto a las convenciones de un género determinado y se desvía de ellas?, basándose específicamente en el canto XIX del Infierno.
Una característica principal de toda la Comedia es la alegoría. El canto XIX, repleto de figuras literarias y simbolismos, relata sobre los simoniácos: 
“ ¡Oh Simón mago! ¡Oh míseros secuaces
que las cosas de Dios…

por oro y por plata adulteráis!” (186)
por lo que se percibe que los simoniácos son aquellos que intentaban conseguir privilegios de Dios a través del ‘oro y plata’, y otros medios materiales. El materialismo es un concepto del neoplatonismo, característico del Renacimiento, que teoriza como la materia hace del hombre un pecador. Dante explica cómo los simoniácos acaban “en la tercera fosa” (186) del octavo círculo del infierno, dándose así un poder casi ecuánime al de Dios al castigar a personajes reales. El hablar del infierno, pecados, y una ideología humanista, también era avanzado para su época, haciendo que en apariencia esta obra se desvíe de los temas tradicionales de la ideología Judeocristiana tan recurrentes en la Edad Media. La mezcla entre filosofías Renacentistas y problemas Medievales ofreció al autor la oportunidad de explorar géneros controversiales para su época, así como las incontables metáforas, comparaciones, personificaciones, y significados asociados con colores y objetos, que dejan libre a la interpretación y disfrazan el mensaje directo de la obra: la corrupción y el abuso de la Iglesia, sus pecados.
 “ y él gritó: ¿Ya está aquí muerto,
ya estás aquí muerto, Bonifacio?” (187)
En este diálogo entre el papa de aquella época, Bonifacio y el papa ya difunto, Nicolás III, el autor da a entender que ambas representaciones de Dios en la Tierra estaban destinados al infierno por su simonía, engañando “a la bella dama, para luego destruirla” (187). La mujer ya no es solo un amor cortés (como en el Dolce Stil Nuovo), sino que la Iglesia es mujer, exaltándola e insinuando que es angelical, algo característico del Petrarquismo y que alude a los principios del renacimiento. Por lo tanto, este verso expresa el engaño hacia ‘la bella dama’, porque se puede interpretar que ambos querían a la misma mujer (algo profano al ser papas) o lo correcto: la ‘bella dama’ es la Iglesia, por su divinidad. En este canto, Dante también denomina al rey de Francia de esa época, débil y víctima para los simoniacos, sumándose a las numerosas acusaciones que crearon la polémica que resultó en su exilio.
El canto termina con dos estrofas metafóricas, reforzando las convenciones de un poema alegórico, y a su vez su crítica hacia la Iglesia, otro acto pagano, que rompe con el Dolce Stil Nuovo y la literatura medieval pues ya no valora a la mujer como ángel, como se esperaría del Petrarquismo y tampoco es específicamente trágico ni didáctico. Es una temática realmente avanzada para las conformidades de la época; hablar sobre la mujer como algo corrompido no fue común hasta tiempo después:
“cuando la que está sentada sobre las aguas 
prostituida con reyes por él fue vista” (189)
Finalmente, Dante explica cómo la Iglesia estaba erigida sobre territorio corrupto, y que en si es corrompida por los mismos reyes y personajes Cristianos. La Iglesia, tras su reformación, con los sacramentos y mandatos recién establecidos, continúan degradándola como mujer por ser esclava de sus rectores, y perder su virtud. La temática profana de la obra tiene la finalidad de enseñar como redimir el alma y como llevar una vida digna del reino de Dios, dos temas principales de la Divina Comedia, y que por su propósito de enseñanza, además de ser un poema alegórico y trágico, es un poema didáctico. 
En conclusión, este canto, al igual que toda la obra, es un conjunto de ideas de diversos estilos literarios que le proporcionan la oportunidad para enseñar a los lectores de su época sobre el verdadero mensaje de Dios (según Dante). De los géneros dentro del canto, los que destacan son el humanismo, el petrarquismo, la tragedia, la didáctica y la alegoría. De estos, el único a través de todo este canto e Infierno es la tragedia, puesto que trata sobre personajes difuntos y sus finales fatales mientras que la alegoría y la didáctica son recurrentes en toda la obra. Es por esto que es difícil catalogar esta obra dentro de un género en específico, a pesar de que críticos la han catalogado como un poema épico, es más que eso, una verdadera simbiosis, una mezcla de características y desviaciones que la hacen una obra tan particular. 





Fuentes
Alighieri, D. (2012). Divina Comedia Edición De Giorgio Petrocchi Y Luis Martínez De  Merlo. 14va ed. Madrid: Catedra Letras Universales.
Dante Alighieri. (n.d.). (2014). Sept. 8, 2016, de http://www.biografiasyvidas.com/biografia/d/dante.htm



Ana Hernández Villalobos
El Palacio-Hospital de Asterión
No soy humano, pues rechazo ser tratado como tal. No tengo emociones y carezco de conciencia sobre lo que es correcto y ético y lo que no. Soy un prisionero dentro de este asilo que es mi hogar desde que tengo memoria. 
Conozco sus 196 puertas de cada uno de los 14 pisos. Cada puerta tiene su propia cerradura, que tienen como propósito mantenerme encerrado dentro de este hospital, por la seguridad de los ciudadanos normales…es decir, aburridos e idiotas. Pero me subestiman, los que plantaron esas cerraduras, pues basta con uno de los clavos que pretenden evitar la desintegración del marco de mi cama para abrir todas y cada una de las 196 puertas. Lo que realmente me encierra no se puede ver ni tocar…no es algo que existe físicamente. Solo hay una cosa que realmente me encierra: el otro Asterión. Él no nació como todos nacemos: no lo trajo una cigüeña y lo dejó en una cuna. El nació en mi cabeza, como una voz. Después, se convirtió en un fantasma que, sin que yo pudiera controlarlo, se apoderaba de mi cuerpo y me volvía otra persona. Era yo, pero con una personalidad alterna a la mía, pues el otro Asterión es como yo pero opuesto a mí. Cuando el otro Asterión se apoderaba de mi cuerpo como lo hacen los fantasmas, me encerraba a mí, al verdadero Asterión, dentro de mi propia cabeza. Ahora, el otro Asterión tiene aún más fuerza, y ya no es solo un fantasma invisible que se pasa de mi cráneo a mi cuerpo entero; adquiere forma física propia, masa propia. En las noches, cuando yo estoy en mi cama, con brazos y piernas amarrados a las esquinas como de costumbre para evitar ‘hacerme daño’, el otro Asterión se materializa sentado en la silla de la esquina. Me tortura con preguntas que intento reprimir desde que tengo reminiscencia, me martiriza con recuerdos de mi pasado que llevo eternidades deseando olvidar, y se burla de mí con el mismo humor negro, voz fría e insensible que yo utilizo con todo aquel que se me acerca. El otro Asterión es como ser golpeado por mi propio puño, y eso me paraliza de miedo, me encierra en un estado de vergüenza y me inhabilita toda función cerebral para pensar y detener tal tortura. El otro Asterión si es una cerradura…una cerradura mental.
Antes de ser internado dentro de este palacio, yo intentaba ambular las calles como un humano corriente. Pero la gente oraba, huía, al notar mi presencia, pues, ya dije antes, que no soy humano. Todos están equivocados. No comprenden que mi intención era purificar las calles de la ignorancia que las rige, la falta de cultura por la que estos humanos están ciegos. Yo tengo el poder de la visión y sé quiénes valen la pena que permanezcan en el mundo y quiénes no. Pero lo único que conseguí fue la etiqueta de ‘psicópata’, y la sentencia en mi palacio-hospital “hasta dejar de ser peligroso hacia mí mismo y hacia los demás”, según ellos.
¡Ah! Ellos… Verán, al ser el único internado dentro de este palacio-hospital…o el único que no está en estado de vegetal por exceso de terapia electro convulsiva, la soledad se vuelve abrumante. Aun cuando estoy con el otro Asterión me siento solo, si es que eso tiene sentido. Por eso, los días que más me agradan de la vida en mi hogar, único, en esencia son los martes. Los martes, un total de nueve humanos arrugados, mayoritariamente calvos pero con algo de pelo gris, panzones, con lentes, plumas y libretas llegan a mi hogar. Sus llaves se oyen desde kilómetros y sus pasos crean ecos que incrementan en intensidad conforme se acercan a mi puerta. Es muy interesante, cuando vienen. Nunca me acuerdo cuál es su propósito aquí, en mi hogar. Llegan y me saludan de muy buena gana y son tan…sonrientes… que creo que intentan ser mis amigos, ganarse mi confianza. No me agradan tampoco me desagradan. Creo que incluso disfruto de su compañía. Siempre me preguntan mi estado de ánimo. Lo que pienso. En ocasiones, me han pedido que dibuje algunas cosas en específico. Otras veces, me han enseñado fotografías o imágenes. No entiendo nada pero lo encuentro interesante y es una buena distracción. Al final, me dan premios; lo mejor de la semana. A veces son circulitos blancos, a veces son unos pequeños óvalos, la mitad de un color, la mitad de otro. Incluso, me ponen una máscara y me hacen respirar un humo que huele muy…no recuerdo como huele el humo, o unos clavos largos que me insertan dentro de las líneas azul-aqua que recorren mis brazos. Lo genial de estos premios no es la apariencia de los mismos, o el sabor… es lo que me hacen. Cuando me dan esas cosas, logro sentir…emociones, sentimientos…me siento… ¿humano?…Algunas me hacen ser tan feliz, y otras me hacen llorar incontrolablemente. Otras simplemente no recuerdo que me hacen, no sé la causa, y otras solo me ayudan a dormir sin que el otro Asterión venga a torturarme. 
Uno de los nueve humanos una vez regresó sin el grupo a recoger la pluma que se le había olvidado dentro de mi habitación. Y me preguntó si alguna vez había sentido amor. El humano me contó que estaba enamorado, y yo no comprendí, pero me dijo que algún día yo sentiría amor y me liberarían de mi palacio-hospital. Ojalá un martes me den un premio que me haga sentir amor…



Paulina Lores Guerrero
Kaori Hayama Fukumoto
26/09/2016

Cuento


Sé que no estaba bien estarme metiendo en sus asuntos, pero aún así, sé que hice lo correcto, aunque hay veces que me retracto y siento una gran culpa. Tengo miedo de lo que pueda pasar después…
Todo empezó en una fría noche de otoño. Era un sábado común corriente, y yo me estaba preparando para la fiesta de esa noche en una gran casa no muy lejos de la mía; iba a ser la fiesta del año: cientos de personas, música, bebidas, etc. Y yo me sentía muy emocionada por ir.
Cuando llegué, ya había unas cuantas personas, tomando y bailando al son de la música. Conforme pasaban las horas, fue llegando más y más gente para celebrar y divertirse con todos los demás. Pero no era como yo lo esperaba, me estaba aburriendo como nunca y no sabía qué hacer, ya que aún faltaban varias horas para que pasaran por mí.
Poco tiempo después, decidí subir a la habitación del anfitrión para utilizar su baño. En medio de la oscuridad del cuarto, vi un pequeño objeto tirado en el suelo. Llevada por la curiosidad, me acerqué para poder ver claramente lo que era. Era un pequeño anillo plateado, que seguramente se había caído de la mesa. Pero lo que me sorprendió en realidad fue ver lo que había debajo del anillo. Era un cuaderno bastante viejo, con una portada con figuras extrañas: Era un diario.
Sé que está mal espiar en cosas ajenas, pero estaba muy aburrida, y tenía mucha curiosidad por saber lo que había adentro. Pasé la siguiente hora encerrada en el baño, leyendo el diario de principio a fin. Secretos, chismes, historias… Decenas de páginas que contenían cientos de cosas interesantes. Estuve realmente entretenida hasta que llegué a la última página. Decía:
“Ésta es la última entrada de mi diario. En realidad no espero que nadie lea esto, especialmente después de esta noche, pero en verdad necesito desahogarme.
He llegado a la conclusión de que a este mundo simplemente le sobra gente. Cientos de personas todos los días o están desperdiciando su tiempo, haciendo absolutamente nada útil. Además, ellos siempre se quejan de la sobrepoblación del planeta, pero nunca hacen nada para solucionarlo.
Yo encontré la solución. Mi forma de ayudar a esta sociedad se va a llevar a cabo esta noche, en la gran fiesta que organicé en mi casa. Cientos de personas que no tienen ni idea de lo que les va a suceder. Exactamente a las 12:30 de la noche, una bomba explotará en un escondite en mi casa y todo el lugar volará en pedacitos.
Sé que no es mucho, pero es la única forma que se me ocurre para ayudar a esta sociedad que está tan destruida…”.
Me quedé con la boca abierta. No sabía qué hacer ni decir. ¿Debería llamar a la policía? Miré el reloj – 12:15 – No había suficiente tiempo. Entré en pánico, y corrí a la planta baja para avisarles a todos.
Por supuesto, no me creyeron. Pensaron que estaba borracha o que estaba bromeando o algo. El tiempo se acababa… "¿Qué debería de hacer?" me pregunté. Me acerqué al anfitrión de la fiesta, alguien que según yo conocía perfectamente, y lo amenacé para que me dijera la verdad sobre todo lo que estaba sucediendo.
-Leíste mi diario- fue todo lo que me dijo después de mi interrogación.
-Yo…
-No importa ahora. En unos cuantos minutos, tú y yo ya no existiremos, y nadie sabrá qué fue lo que sucedió. Nunca podrá encontrar la bomba, y nadie en esta fiesta te va a creer. Amenazarme no te servirá de nada. Estamos muertos- me dijo con una sonrisa malvada en su rostro. No sabía qué hacer.
Lo solté y corrí buscando en cada esquina de la casa para ver si no había algún rastro de la bomba en algún lugar.
10 minutos…
9…
8…
7…
El tiempo se acababa y yo no sabía qué hacer. El exceso de gente en las habitaciones tampoco ayudaba.
6…
5…
Subí a la azotea, y busqué como loca por todo el lugar. Después de todo, era el único lugar que me quedaba. Debajo de una gran caja roja había algo cubierto con una manta.
Una bomba, tan parecida a las que aparecen en las películas de acción, que por un momento pensé que me estaban engañando completamente. Un pequeño reloj electrónico marcaba el tiempo que quedaba – 4:13. ¿Qué debería de hacer ahora?
4…
3…
El reloj marcaba las 12:27, quedaban sólo unos cuantos segundos, y yo seguía parada enfrente de una bomba sin saber qué hacer.
2…
Desesperada, empecé a oprimir todos los botones de la máquina, con la esperanza de que algo sucediera que pudiera evitar una tragedia.
1…
Y, de alguna forma, funcionó.
Salvé a cientos de personas oprimiendo botones al azar.

Mis amigos siguen creyendo que estoy loca, que me inventé toda esa historia. Pero yo sé que es verdad. Por más loco que suene, juro que fue verdad.

Shelly Sitton
Héctor Cabrera

Huyendo de su reino

De allá para acá todo es más sencillo. Cruzar la frontera mexicana no representa ningún riesgo para ningún extranjero güero. Malka lo sabía, no tenía que hacer mucho más que sonreírle al oficial. Sin embargo, Malka estaba preocupada. Era ya la segunda vez que se fugaba, antes con Max y ahora sin él, porque, en realidad, el amor nunca es suficiente para una chica guapa.
Nunca había visitado México; nunca había pensado en la existencia de México; nunca había pensado en huir a México. Malka tenía que remontarse mucho para tratar de acordarse de sus clases de geografía, aquellas que había abandonado cuatro años atrás para huir con un comandante en jefe estadunidense. En aquellos tiempos, Malka no lo pensó dos veces y se marchó sin avisar, enamorada y llena de energía. Ahora estaba sola, escapando de aquél amor, intentando salvarse a sí misma de la monotonía. Aunque jamás lo habría dejado entrever, a Malka la había sorprendido la reacción de Max al llegar a América. Todas las promesas que le susurró al oído por el Pacífico, se habían ahogado en el mar cuando tocaron tierra. Max veía a Malka como su trofeo conquistado en guerra, nada más. Con el paso del tiempo, Malka quedó olvidada en la sala del pequeño departamento de aquel fuerte militar. Congelada, como si fuera de bronce y no de carne, esa era Malka hasta hoy. Cuando, sin cautela, planeó su escapada, multiplicó lo que cobraba una prostituta por el número de noches que ella pasó dentro de ese patético lugar y tomó el dinero del viejo mueble donde Max escondía sus ahorros, dejándole una nota donde le explicaba que se regresaba a Israel y que el dinero que se llevaba era por todo el amor que se gastó en él.

Malka le sonrió al oficial, aquél le hizo la plática con su pobre inglés, la invitó a comer y ella aceptó. Ambos terminaron en un motel de paso, donde Malka comenzaba a construir su nueva aventura, porque, en realidad, a una chica guapa sólo le gusta aventurarse.
Sofía Zúñiga, Roberta Tommasi, Rodrigo Cuevas y Lucía Perez
Riccardo Tisci
Riccardo Tisci es un diseñador de modas Italiano, nacido en 1974, en Taranto, Italia. Desde el 2005 es el director creativo de Givenchy, y se ha vuelto un diseñador muy reconocido mundialmente.
Riccardo creció en una familia muy humilde. Vivía entre casa de su madre y casa de su abuela. Su padre murió cuando él era muy chico y es el único varón en una familia con ocho hermanas. Desde los 12 años, se vio obligado a trabajar para ayudar a mantener a su familia. A pesar de las dificultades económicas, dice que su casa siempre estuvo llena de felicidad y serenidad. Cuando firma con Givenchy, en 2005, pudo salvar la casa de la familia.
Desde adolescente se considera gótico, y esto es algo que podemos ver en todo su trabajo hasta ahora. A los 14 años se vestía completamente con ese estilo; tenía el pelo negro y largo, y siempre se tapaba la cara, también se maquillaba la piel para que se viera muy blanca. Dice que era muy penoso y que por eso se escondía en la ropa y el maquillaje.
Sus primeros trabajos relacionados con la moda fueron para Missoni y Paloma Picasso, para los cuales diseñaba estampados a los 17 años, en Italia, mientras estudiaba en el Design Istituto d’Arte Applicata, in Cantu. Pero se da cuenta de que si quiere triunfar, se tiene que ir a otro país, por eso decide irse a Londres, donde se inscribe en la prestigiosa escuela Central Saint Martins, en 1999.
Cuando se gradúa de Central Saint Martins, Tisci trabaja para varias compañías, primero con Puma y luego con Coccapani para después firmar un contrato de tres años con Ruffo Research, una compañía que ha ayudado a empezar las carreras de varios diseñadores de modas. En 2004 vence su contrato con Ruffo Reaserch y decide irse a vivir a la India, a trabajar en su propia colección.   
En septiembre de 2004, en la semana de la moda en Milán, Tisci presenta su primera colección de otoño de 2005/2006. Lo logra con la ayuda de Mariacarla Boscono, a quien describe como su musa. Su desfile llamó mucho la atención, y poco después lo llaman de Givenchy.
Givenchy es un firma francesa de ropa, complementos, perfumes y cosméticos. La marca fue fundada en 1952 por el diseñador francés Hubert de Givenchy, quien se retiró de la industria en 1995.
El 28 de febrero de 2005, Tisci es nombrado director creativo de la casa para sus colecciones femeninas de prêt-à-porter y Alta Costura. En 2008 empieza a ocuparse de la división masculina de la casa. Presenta su primera colección para Givenchy de Alta Costura, en julio del 2005, durante la semana de la moda en París. Riccardo Tisci es el cuarto diseñador que ocupa la firma desde que se retiró Hubert de Givenchy, en 1995, tras el paso de los creadores John Galliano, Alexander McQueen y Julien Mac Donald. A pesar de los grandes diseñadores que llevaron la dirección de la casa anteriormente, Tisci ha podido demostrar que es perfecto para ella y ha sabido realzar la elegancia por la cual se identifica la marca. Riccardo Tisci se ha convertido en uno de los diseñadores más aclamados en los desfiles de Alta Costura y ha sabido demostrar su esfuerzo por innovar con diseños minimalistas y versátiles, trabajando con las técnicas de costura más tradicionales.


Riccardo Tisci ha tenido muchas musas, y hasta se dice que es un creador de modelos. Sabemos que Madonna, Beyonce, Rihanna, Naomi, Donatella Versace y Adele son algunas de ellas, pero también ha ayudado a lanzar las carreras de varias modelos menos conocidas, por ejemplo, Greta Varlese y Ming Xi, quienes después de trabajar con Tisci se volvieron mundialmente reconocidas. Ming Xi ahora modela para Victoria´s Secret y tiene un tatuaje que dice “By Riccardo Tisci.”
Tisci es el diseñador de moda más conectado de su generación, abarcando desde nominados al Oscar, promotores de la cultura gay y modelos hasta señoras de la alta sociedad.
El diseñador viste de continuo camisetas negras, shorts negros y zapatos negros. La misma Anna Wintour dice que es una persona tan encantadora que la gente se siente atraída a él.
Riccardo también ha colaborado con muchas marcas. Las siguientes son algunas de sus colaboraciones:
En 2013 viste a Rihanna para su Diamond World tour; en 2014, colabora con Jay Z y Beyoncé para su On the Run Tour; en 2014, colabora con Nike para crear una serie de Air Force 1 shoes, y en 2016, vuelve a colaborar con Nike y lanza una colección de ropa deportiva de 30 piezas llamada NikeLab x RT.  Aparte de esto colaboró con el ballet Boléro, de Maurice Ravel, en el Ópera  Garnier, con el diseño de vestuario. También con Jay Z y Kanye West en el diseño de la portada de su disco Watch the Throne y portadas para algunas canciones como H•A•M and Otis. Actualmente ha vuelto a colaborar con Kanye West para su marca GOOD Music, en su álbum Cruel Summer.
Tisci ha sabido imponer su legitimidad con disciplina, perseverancia y trabajo, y ha introducido en la casa Givenchy un romanticismo sensual en siluetas estructuradas en las que el grafismo y la pureza de los cortes se conjugan de manera sublime; gracias a esto se ha vuelto uno de los diseñadores de modas más reconocidos del mundo y se le han otorgado distintos premios, como el de GQ de Diseñador del Año en 2012 y el CFDA Fashion Award en 2013.
Como mexicanos sentimos una gran empatía con el diseñador de origen italiano, al recordar su inolvidable colección en 2010 inspirada en Frida Kahlo. Vestidos largos, estilizados con encajes y transparencias. Tisci no se inspiró sólo una vez en ella, más adelante volvió con una segunda colección, inspirada en las obras de la artista en donde los colores blanco, negro y rojo eran los principales.





lunes, 19 de septiembre de 2016

Lula Curioca
Jimena Prado



PEGGY GUGGENHEIM


Peggy Guggenheim, mecenas y coleccionista de arte del siglo XX, nació el 26 de agosto de 1898, en el seno de una familia de magnates, los Guggenheim, un apellido vinculado al mundo del arte. Murió en Padua, Italia, el 23 de diciembre de 1979.


INFANCIA Y ADOLESCENCIA

Marguerite, su nombre original, era una de las tres hijas de Benjamin Guggenheim y de Florette Seligman. Sus padres provenían de familias judías que habían emigrado desde Europa y llevaban dos generaciones haciendo fortuna en Estados Unidos.

Poseedor de una conocida fama de mujeriego, Benjamin Guggenheim vivía habitualmente en su apartamento de París lejos de su esposa y de sus hijas. Cuando en abril de 1912 embarcó en el Titanic en Cherburgo (Francia) lo acompañaba su amante, una cantante francesa llamada Léontine Aubart, así como un pequeño grupo de criados. Tanto él como sus criados perecieron en el hundimiento del transatlántico y sus cuerpos nunca fueron recuperados.

Debido a la muerte de su padre, a los catorce años Peggy pudo heredar una pequeña fortuna que sustentó sus caprichos artísticos. La joven heredera, aunque atractiva, no calificaba dentro de los parámetros de la estereotipada jovencita bella, lo que la llevó a acomplejarse y mantenerse alejada de los círculos sociales de su entorno. Tras terminar sus estudios, encontró trabajo en una librería que comercializaba literatura de avant-garde y ciertas representaciones inusuales del arte.


PARTIDA A EUROPA

En 1920, viajó a Europa y descubrió mucho más que un continente: un horizonte lleno de experiencias. Peggy no sabía mucho de arte moderno, pero se supo introducir en el mundo del arte de Paris y forjó amistades, tales como Marcel Duchamp, que la introdujeron en materia.

En 1938, inauguró en Londres la Guggenheim Jeune con una exposición de Jean Cocteau. El arte surrealista y abstracto que Cocteau exhibió era desconocido en el Reino Unido y pocos compraron los cuadros. En afán de fomentar las ventas y consolar a los artistas, la misma Peggy comenzó a comprar las obras secretamente. La exposición de la obra de Cocteau fue seguida por exhibiciones de Kandinsky, Yves Tanguy, Wolfgang Paalen y otros artistas, tanto famosos como emergentes. Peggy convocó a exposiciones de collage y escultura con la participación de artistas como Antoine Pevsner, Henry Moore, Alexander Calder, Raymond Duchamp-Villon, Constantin Brancusi, Jean Arp, Max Ernst, Pablo Picasso, George Braque y Kurt Schwitters. Peggy admiraba también el trabajo de John Tunnard y es acreditada como su descubridora en la historia modernista.

A partir de este momento, la voracidad de Peggy por las obras de vanguardia era cada día más extrema. Su lema se volvió “ Compra una obra cada día ”. Gracias a la posibilidad económica de poder obedecer a dicha premisa, su colección se tornó inmensa; así consiguió ser dueña y hacedora de una de las colecciones más admiradas de arte moderno del mundo.

Peggy Guggenheim tenía pocas características de una coleccionista de arte: no sabía nada sobre el tema y empezó su carrera hasta los 40 años. Sin embargo, más que una coleccionista de arte, era una coleccionista de personas, artistas famosos y amores fatales.

El 12 de junio de 1940, dos días antes de que los alemanes invadieran París, Peggy finalmente huyó a Grenoble, en el sur de Francia. Su colección había sido almacenada en el granero de un amigo en la Francia central para salvaguardarla de los nazis. Tras varios meses viviendo en Marsella, donde tuvo un lujurioso amorío con Max Ernst, Peggy y los artistas rescatados escaparon a Estados Unidos en julio de 1941.


VUELTA A AMÉRICA

De vuelta Nueva York, Peggy y Max se alojaron en una mansión en East River y se casaron en diciembre de ese mismo año; de su matrimonio resultaron dos hijos. En octubre de 1942, Peggy abrió en Manhattan una nueva galería llamada "The Art of This Century Gallery" (Galería el Arte de Este Siglo). La galería estaba dividida en diferentes salas, cada una con un tema artístico, así pues, había una sala para surrealismo y otra para cubismo, además de un espacio para la venta de obras.

En 1943, Peggy Guggenheim estaba buscando nuevos talentos para la exposición del Salón de Primavera que sería exhibida en su nueva galería; como parte de esta búsqueda de talentos, Guggenheim colocó un anuncio en la revista Art Digest. El anuncio especificaba que cualquier artista norteamericano menor de treinta y cinco años podía presentar muestras de su obra. Los finalistas serían elegidos por un jurado conformado por Peggy Guggenheim, Piet Mondrian, Marcel Ducham, James Joseph Sweeney y James Thrall Soby. Uno de los artistas a ser considerados fue Jackson Pollock. El secretario/consejero de Peggy, Howard Putzel, resultó ser un temprano impulsor de Pollock, refiriéndose a él como "genio"  y aunque Peggy parecía no poder apreciar la genialidad de Pollock finalmente éste fue admitido.

En 1943, Max Ernst y Peggy Guggenheim se separaron. En 1947 Peggy Guggenheim cerró su galería Art of This Century. "Estaba exhausta por mi trabajo en la galería, de la cual me había convertido en una especie de esclava."


DE NUEVA YORK A VENECIA

A pesar de su éxito en “Art of this Century”, Peggy decidió regresar a Europa debido a que Max Ernst le rompió el corazón enamorándose de Leonora Carrington. Clement Greenberg, crítico de arte americano, al enterarse del regreso de Peggy a Europa, declaró que era un gran error para el arte del siglo XX. Peggy decide irse a Venecia, lugar donde se sentía a salvo, y compró el Palazzo Venier dei Leoni, un palacio inacabado del siglo XVIII, donde instaló un museo privado para su enorme colección de cuadros y esculturas a orillas del Gran Canal. Hoy, el palacio acoge el Museo Guggenheim de Venecia.

Los últimos años

Los últimos capítulos de su vida fueron desoladores. Su hija Pegeen cayó en una profunda depresión consumida por agudas inestabilidades mentales y, luego de años de tortuosa existencia, se suicidó en 1967. Peggy nunca pudo sobreponerse a esa tragedia y se recluyó por completo en sus aposentos venecianos. En 1979 murió a causa de una apoplejía y sus cenizas fueron enterradas en una esquina del jardín del Palazzo Venier, cerca del lugar donde ella solía dar sepultura a sus mascotas.